domingo, 28 de septiembre de 2014

Los pseudos derechos

Para que una situación dada de beneficio pueda ser reconocida como un derecho, esta situación debe cumplir con el principio de Pareto, debe generar beneficios sin ocasionar perjuicio o daño en otra persona o su propiedad, tal como especifica en Hans Hermann Hoppe en su libro La ética y la economía de la propiedad privada.

Los pseudos derechos son todas esas proclamas que hacen los socialistas-comunistas en pro de las personas, es decir, que el ciudadano tiene derecho a la vivienda, al trabajo, a la salud, a la recreación, a la alimentación, a la educación, al transporte, al agua, a la energía, al petroleo, a la vida y a cualquier tontería que se le ocurra al político de turno.

Los derechos mencionados anteriormente son pseudos derechos puesto que para ser llevados acabo, es decir, para que los ciudadanos puedan recibir o ser beneficiarios de esos "derechos" previamente se debió violar el derecho que tiene toda persona a que se le respete su integridad física y su propiedad; si analizamos el caso de la vivienda, en Venezuela tenemos la situación donde una persona que ha alquilado su inmueble no puede exigir la desocupación del mismo, ya que hasta que el inquilino no disponga de una vivienda que le sustituya su actual morada, se le violaría su derecho a la vivienda, esta situación no cumple con el principio de Pareto, puesto que para poder mantener ese pseudo derecho, se debe violentar el derecho de propiedad del dueño del inmueble al desconocer que el puede disponer de su propiedad siempre que lo desee y las condiciones contractuales entre las partes lo establezcan; pero no nos detengamos ahí, todos sabemos de casos donde el propietario del inmueble no tiene otro inmueble en donde vivir salvo el que se mantiene alquilado, lo que deja al propietario del inmueble sin el pseudo derecho a la vivienda, así de absurda es la situación.

En el caso del pseudo derecho del trabajo se viola el derecho de propiedad que tiene el dueño de la empresa sobre su empresa, ya que el estado-gobierno-nación buscando cumplir el "derecho" al trabajo, establece la inmovilidad laboral o cualquier otra artimaña que le permite al empleado quedarse en la empresa aun en contra de la voluntad de su legitimo propietario.

En la alimentación, el agua, la energía, el petroleo y cualquier otro bien que consideren un pseudo derecho, el régimen establece controles de precios creyendo que con eso pueden evitar los incrementos en su valoración de mercado, buscando así, que todos puedan acceder a esos productos, una vez mas, para lograr eso han violado la propiedad de los legítimos dueños de esos bienes, al prohibirles establecer en conjunto con el mercado el precio que mas les convenga a las partes, les quitan a los dueños el poder de decidir sobre sus productos.

En cuanto a la salud, esta no puede establecerse como derecho puesto que es imposible de recibir si no hay disposición del personal de salud a realizar el procedimiento, imagínese que algún medico, único en su especialidad se niega a realizar un procedimiento por las razones que sean, la voluntad del medico es no llevar a cabo el procedimiento, las opciones que tiene el paciente es respetar la voluntad del medico o por medio de la intimidación o violencia someter al medico para que realice lo que el paciente le ordene, pero ni así se podrá recibir la asistencia medica, ya que el medico, en posición de esclavo solo esta para recibir ordenes, al medico se le puede obligar a actuar pero solo en el cumplimiento de una orden en donde se le especifica que hacer, no en la resolución de un problema medico, ya que lo que se ha esclavizado es el cuerpo y no la mente; entonces al forzar al medico se habrá violado su derecho de respeto a su integridad física.

El "derecho" a la vida, es otro de los tantos absurdos, toda persona tiene la capacidad de prolongar la vida de tantas personas como órganos funcionales posea, como se puede garantizar la vida de una persona que necesita un trasplante al corazón si no es con el corazón de otra persona, para garantizar la vida de uno es necesario dañar a otro, no hay nada de justo en eso.

Los pseudos derechos son usados para buscar votos, son promesas imposibles de garantizar y no pueden ser cumplidas sin terribles consecuencias.

Lo que necesitamos son reglas del juego claras, y esta es respeto a la integridad física y la propiedad del otro; y ni siquiera esta puede ser garantizada, tan solo debe haber justicia una vez sea transgredida.


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