jueves, 11 de diciembre de 2014

El capitalismo vive en las colas

En Venezuela, las colas son perennes y para cualquier cosa, desde comida y/o medicinas hasta para ropa, electrodomésticos o pasajes de avión.

Lo interesante de las colas, no son las colas en si, si no la comprensión que tienen las personas que no hacen alguna respectiva cola sobre las personas que si hacen la cola, he escuchado y leído opiniones desde el que esas personas "no piensan", "son marginales", "lo que les gusta es estar haciendo colas", quizás sea verdad, quizás sea mentira, pero lo cierto es que se los puedo asegurar, tontos no son, y están haciendo lo que mas les conviene, están actuando según su concepto de bienestar y su capacidad de compra les permite, están actuando según lo que Von Mises denomino, La Acción Humana, obtener mas por menos y no la tonta teoría marxista de trabajar mucho y obtener poco.

Mucha de las personas que hacen una cola, no hacen la cola para satisfacer una necesidad con el producto que están comprando, hacen la cola porque saben que pueden revender el producto que van a comprar y ganar sin mucho esfuerzo lo mismo o incluso mas de lo que ganarían en una jornada de trabajo "formal", para algunas personas el tiempo que se dedica a realizar una cola no compensa el tiempo que puede dedicar a actividades mas productivas, pero esto es solo una evaluación personal e individual, únicamente cada persona puede determinar si le conviene realizar una cola o no.

Se equivocan las personas que pretenden que lo anterior no suceda, puesto que no importa el nivel educativo, no importa la clase social, no importa el lugar de residencia ni de donde se provenga, no importa la nacionalidad, lo único que importa es que el ser humano siempre va a buscar la manera mas cómoda y beneficiosa de obtener lo que desea, he ahí el instinto empresarial que tienen todos los seres humanos.

Hacer una cola por un kilo de carne regulada, no es distinto a hacerla por una prenda de vestir de las empresas de Amancio Ortega, o por una batería de carro, o por un electrodoméstico de Daka, o para tramitar un cupo cadivi, o una solicitud de compra por el SITME, o para comprar gasolina barata para revenderla al pasar la frontera colombiana, no hay diferencia, cada quien esta actuando según su propio beneficio, bendito sea el capitalismo que aun en lo profundo del comunismo siempre surge.

Aunque es obvio, las colas solo son posible que sean perennes por causa de la existencia del estado y del manejo de la fuerza en su exclusividad, puesto que si no existiera tal situación, ante la generación de cola en los establecimientos, el empresario, inmensamente feliz, produciría mas y/o aumentaría los precios, lo cual haría que las colas tal como suceden hoy en Venezuela dejasen de existir.

Por todo lo anterior

Es Libertad, no estatismo-socialismo.

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